lunes, 11 de julio de 2016

Niñitos



We begin playing as an orchestra our dream of journeying, and flip to the first page.

I have found something that sparkles even more than any treasure.
When I turn around and look,
your silly-looking smiling faces give me the boost to go as far as I want.

The tale we once wrote in this small room
will be the prologue of our story together.
 

With a speed fast enough for us to almost reach the vast sky,
we have been running with our hands off the ship's wheel.
We begin playing as an orchestra our dream of journeying, and flip to the next page.

We sail towards a sea of endless dreams, not knowing whether we'll find light or darkness.
We look for more pages to fill our story in it, as we enjoy the journey we can only go on once.


La nostalgia a veces te golpea de formas inesperadas, esta vez fue entregada por Hidenori, Tadakuni y Yoshitake en una sabrosa comedia.

Ser hombre es la raja, no lo cambiaría por nada, pero haber sido niño (del género masculino) y recordar todas esas cosas que solamente nosotros vivimos es algo de un valor incalculable. La simpleza con la que nosotros vimos el mundo en aquella añorada época infantil, llena de sueños, risas, tierra y juegos, es lo que hoy nos hace dueños del planeta. Y es lo que la mayoría de las mujeres jamás lograrán entender, la razón detrás de nuestro comportamiento simplón; nacimos para ser niños y respetamos nuestras ganas de no dejar eso atrás jamás. 

Y no estoy diciendo que el género femenino no haya tenido infancia, pero siento que ustedes, en su mayoría, se esforzaron en escapar de todo eso. Todas las imbecilidades infantiles (y extremadamente divertidas) que hice desde que tengo memoria hasta que me gradué del colegio tuvieron una disminución considerable de participantes del genero femenino a medida que íbamos creciendo. Y entiendo que 'madurar' es algo por lo que todos debemos pasar, pero siento que el género femenino, en mi generación y experiencia personal, se esforzaba por lograrlo antes, dejar el sudor y la suciedad de lado, hacer cosas de adultos y tener la ficticia satisfacción de llamarnos infantiles.

Aún juego en mi mente mientras viajo en el metro y aún me comen la manos cuando veo una botonera de timbres en un departamento, y se los juro acá mismo, si caminas a mi lado y me dices 'upa', seré el primero en apretar todos los putos botones y correr hasta desfallecer (o desfallecer riendo luego de escapar). 

Chúpenlo.

No hay comentarios.: