Me siento podrido en este país de mierda y me da pena porque yo quiero mi pedazo de tierra, de norte a sur, pero detesto en lo que se ha convertido la masa, ese tan nombrado chileno promedio.
Estamos en un periodo difícil, la intranquilidad social, la guerra de pensamiento y la intransigencia de parte del "pueblo" tienen todo patas para arriba. "Pueblo", nombre que solo me hace recordar lo resentido que puede llegar a ser una persona.
Me entristece ver cómo se pelean en la calle, como dejan que el pasado haga cagar nuestra sociedad, y como dejamos que esa pequeña y manipuladora cantidad de gente transforme a todos en zombis, cuyo único motor es el resentimiento de una dictadura que pasó hace más de veinte años.
El gobierno actual no ha hecho mucho, pero díganme ¿qué gobierno lo ha hecho? su, tan querida, concerta tuvo veinte años para hacer lo que ahora piden a gritos. Mírense, exigen cosas como si fuera algo que se les quitó al iniciar el mandato de la derecha. Entiendan que es algo que nunca tuvieron y que el partido que, supuestamente, los representa, no les dio.
Me tiene chato este país resentido y mediocre, me tienen hasta las pelotas con sus paros y pataleos, me tiene frustrado que mi opinión, que mi voto en aquella presidencial valga menos que los destrozos de un montón de pendejos resentidos sociales que paran el país porque juran de guata que Pinocho volverá desde el infierno con un fusil a tomarse el país otra vez.
Estamos en una dictadura de pensamiento, nadie puede pensar por su cuenta, nadie puede decir que Piñera hizo algo bien porque necesitas tener plata para eso, necesitas tener acciones para apoyar a una mente diferente, necesitas ser rico para pensar diferente. Ustedes nunca aprenden, cuando le pidan la renuncia a Sebastián y asuma otro patético presidente concerta van a quedar felices, pero yo les digo: Bienvenidos, amigos míos, a la nueva dictadura, que mantendrá un país capaz en el tercermundismo de por vida.
Finalmente, no me molesta lo que cualquiera de ustedes pueda pensar de mí, no me molesta lo que puedan decir de mí, de mis amistades, de mi familia o mi vida en general, sólo me molesta que no puedan pensar más allá de su jaula, monos de mierda, pensar que la verdad no la tiene nadie. Y con esto dicho soy libre de mandarlos a la mierda: Métanse sus fantasías en el culo, si quieren magia, hagan fila y vírense al país mágico de la educación gratis, la salud asegurada y los habanos, Fidel los estará esperando.
martes, 16 de agosto de 2011
La nueva dictadura
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