Cuando más lo necesitas ...

Hace un par de días que buscaba un manga que me azotara de una puta vez, que saliera de lo típico, que rompiera el molde, que dejara mi hambre en paz por un rato. Entre tanta serie MALA, repetitiva, maricona o fea, encontrar una obra de este calibre fue la raja.

Buscaba en la red un manga de manera azarosa haciendo click en cuanto nombre apareciera bajo mi cursor, pasé por mangas de humor, románticos, de pata en la raja, hasta que me topé con una genialidad (Para MI gusto), hablo de Meteru no Kimochi de mangaka Oku Hiroya (Sí, el mismo de Gantz).

Me tomó alrededor de 3 horas acabar con los 28 capitulos, saboreando cada página, cada texto, detalle, cada viñeta que, aunque lineal, genial (Las páginas son bastante planas y no varian muy seguido). Era lo que necesitaba, era lo que andaba buscando, logró lo que hace tiempo ningún manga lograba, moverme el piso, conmoverme y sentir que algo hizo click en mi cabeza, al punto de tener que contarlo en el blog.

No adelantaré mucho sobre el manga, solo lo recomiendo, es realmente un baño de escalosfríos que sazonan un dibujo precioso, una historia un poco más singular que lo que se ve a diario, con sobresaltos emotivos en cada capítulo, un desenlace de proporción, contado en 28 capitulos que son más que suficientes.
Hiroya, una reverencia, te debo una.