Peligro: Entrada altamente personal, tengo ganas de publicarlo, no encontrará ningún mensaje escondido para nadie.Subí la escalera como un mandril otra vez; corriendo, disfrutando, gritando, pero como mandril experimentado: con la mano en el cordón para abrir mi paracaídas.
Pero esta vez nada se desplomó al llegar arriba, tímidamente saqué mi mano del cordón y la usé para tocar, todo parecía firme y es extraño, es la estructura más incierta a la que me he subido y no se cayó.
Me ha dado mucho en qué pensar, mucho en qué escribir y mucho en qué darme vueltas y vueltas. Fue un muy largo camino y no me arrepiento de nada, todo salió como menos esperaba, pero salió bien.
Descubrí en este proceso de cambio que ya no soy igual, muchos de los consejos que di y que nunca seguí, hoy son parte de mi. También que todo lo que solía decir para alejar compromisos, cosas que dije porque realmente necesitaba mandar todo a la chucha por un tiempo y que en un principio era de la boca para afuera, ya no es sólo un decir, como dije una vez no puedo arrancar de lo que soy, es algo que vivo a diario y realmente me gusta que sea así.
Ni yo me creo todo lo que hice, todo lo que avancé y lo mejor de todo es que no sólo fue un logro mio, es un logro compartido, tú también cambiaste, y mucho, es notable todo lo que hiciste y lo valoro, valoro que conmigo dieras el paso. Estoy sorprendido, es lo que reafirma que después de tantos años, no te conozco nada y mientras todos discuten quién te conoce más, yo disfruto de no hacerlo.
Durante el camino me llegaron mil visiones distintas de lo que pasaba, las cuales agradezco todas, eran consejos de preocupación por mi, pero decidí jugar a mi juego desde el principio y no iba a cambiar en la recta final. Y todo lo que pasó es una inexplicable cadena de sucesos que me gusta llamar "suerte".
Estoy tranquilo en ese aspecto, la estoy pasando bien y me agrada todo lo que voy descubriendo a diario, los días son sorpresa tras sorpresa. Tú, mi alga, eres lo máximo, te quiero un camión.
Chao.
